Este sábado Festival Movidos + FiiS reúne a más de 20 artistas por vía online

Movida

“Uno como enfermera siempre está en riesgo, me han dicho que estaba loca porque iba al hogar con covid”. Es parte de mi vocación, es a lo que uno está dispuesto siempre y obviamente uno está educada para prevenir las infecciones”. El Hogar Es una responsabilidad súper grande, “es mantenerlo ante todas las necesidades que tienen, pero uno tiene que tratar que todos los días que tienen de vida sean buenos y no sufran, no sientan incomodidades”. Cuenta que su desafío es mantenerlos como si fuera su mamá “uno quiere que su hijo este abrigadito, que no le falte comida, que esté bien. Ahora es la mano de vuelta, es cómo lo que ellos hicieron cuando uno era chico”.

2) Causa:

Personas en situación de calle Italo, vivió en calle hace 4 años y actualmente trabaja con Hijos de la Calle. Ahora trabaja de voluntario y se encarga de la cocina, ha pasado esta pandemia junto a la organización. Caso de Ítalo (comuna de Renca), quien vivió un en situación de calle y fue durante mucho tiempo beneficiario de un comedor solidario. Logró superar la situación de calle y al comenzar la pandemia, decide ayudar como voluntario al staff del comedor donde él tiempo atrás fue beneficiario. Ítalo vive en la comuna de Renca hace más de seis años, desde joven comenzó a introducirse en el mundo de la droga, (por situaciones familiares), lo que terminó por alejarlo de todos sus vínculos familiares y sus amistades y lo despojó de un techo seguro. Ítalo vivió en situación de calle por más de 3 años, periodo en el que intermitentemente intentó salir de las drogas y reconectar con su familia, sin tener éxito. La llegada de la pandemia generó una nueva oportunidad en la vida de ítalo, quien decide conscientemente hacer algo por su situación, y por las personas que al igual que él viven en la calle, así solicitó a la Fundación Hermanos de la Calle el poder ayudar voluntariamente en los comedores solidarios de la comuna de Renca, donde a diario se atienden a las personas en situación de calle del sector desde la mañana. Esto lo ayudó a visibilizar lo útil que podía ser en medio de la crisis, y así comenzó su camino de integración social, y de recuperación para lograr reconectar con su familia. Actualmente lleva tres meses sin consumir droga y viviendo con su hermano, trabajando diariamente para los comedores solidarios, donde ha ido creciendo en cuanto a responsabilidades y gestiones. Dejando de ser un beneficiario más para entregar su trabajo y convicción a sus compañeros que aún viven en situación de calle.

3) Causa: Personas privadas de libertad

La hermana Nelly León, se fue a vivir a la cárcel para pasar la pandemia desde el 19 de marzo, tiene el patio Mandela a su cargo, donde hay 52 mujeres. Partió con una cuarentena preventiva para no contagiar a su comunidad en San Felipe y además lo hizo pensando en las mujeres de la cárcel. Antes del coronavirus, ella trabajaba en la cárcel de domingo a viernes, de las 8.30 a las 16.30horas. “Siento que ha sido un regalo de dios estar acá, el virus es tan raro que nos sabemos que pasará y estoy aquí acompañando a las mujeres”. Cuenta que está preocupándose de las necesidades básicas (útiles de aseo personal) de las mujeres privadas de libertad y eso lo ha ido coordinando con gente voluntaria que antes venía y que ahora no puede venir. Comenta que se ha preocupado de dar contención emocional a las mujeres “hemos tratado de hacer video-llamadas con sus hijos y seguimos compartiendo liturgias. Por ejemplo ahora tenemos un rebrote de covid, pero a pesar de todo estoy contenta creo que ha sido mi mejor opción estar con las mujeres”. Un día de Nelly Me levanto a las 7.15 a ducharme, me visto y voy misa por zoom, tomo desayuno veo las cosas y ahí ya empiezo atender necesidades “no es un día normal”, atiendo lo que sea; gendarmes, reclusas. Almuerzo en la capilla, a veces vienen internas, gendarmes almorzar conmigo y después sigue la rutina hasta las 17.30, hasta que las internas se encierran y ahí me quedo sola. Cuenta que las mujeres necesitan sus cosas básicas y mucha escucha, saber que de alguna manera están conectadas con su gente. Su familia “Mi familia no la he visto hace tiempo, jamás iría a verlos en este contexto, yo soy un riesgo latente. Los extraño hablo harto con ellos, extraño a mi comunidad, yo soy monja, extraño rezar pero creo que la mejor opción es estar acá” Nelly es consciente que hay que estar con la mente y el corazón en la cárcel. Comenta que es su vocación de servicio. “Me gusta cuando las mujeres salen en libertad, me gusta cuando me llaman, me gusta escucharlas, consolarlas, que puedan sacar todas sus cargas, lo que han vivido las mujeres es mucho dolor, hay historias de dolores muy grandes” dice que es muy importante que puedan liberar su corazón y su pena. A pesar de lo difícil cuenta que “Lo pasamos súper bien, todos los domingos tenemos liturgia, compartimos dulces cuando traen. Tomamos la vida con entusiasmo, sabemos que la depresión y la angustia pueden ocasionar cosas malas”. Comenta que las más jóvenes quieren estudiar, y que tienen harto que aportar. Me quedaré hasta cuando sea necesario. El resultado del test lo está esperando.

4) Causa: Niños y niñas y adolescentes Digna Pinto, Estuvo en el hogar en 1995, llegó a las 15 años ahí “fue muy difícil porque yo no venía de hogar, de la casa, entonces cuando llegué a una casa más grande con muchas más personas y éramos puras mujeres” ahí estuvo hasta los 19 años, luego se fue y terminó la enseñanza media con titulo de agente comercial. Después estudió peluquería y se fue perfeccionando y trabajó en un centro de estética. Me aburrí de trabajar en la peluquería y quise volver al hogar, siempre he estado en contacto con la gente del hogar han sido parte de mi familia. “Fue rico volver al hogar, las generaciones son totalmente distintas a cuando yo estaba. Ellas demandas más cosas, exigen más cosas, nosotras teníamos menos recursos nos enseñaron a ser mujeres autónomas”. A ser responsables con todo lo que hiciéramos, si hacíamos algo que lo hiciéramos bien sino mejor no hacer nada. Su familia Felizmente casada, lleva 18 años de matrimonio. Tiene un hijo 19 años enfermería y uno 12 sexto básico.

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Yo creo que es un retribuir lo que a mi me dieron, le trato de enseñaron a ser responsables, que yo pude salir adelante ellas también pueden. Pensar que hoy hay tormenta y mañana sale el sol. Me mueve que sean mejores y todos los días es un día diferente, todos los días te encuentras con una situación diferente. Cada día es único. La pandemia Ha sido muy sacrificada, no he podido abrazar a las niñas. Limitarte a mantener la distancia. Yo sé que las niñas necesitan de contención. He tenido que enseñarles que la enfermedad no perdona y he tratado de entregar cariño.